"Un golpe mortal para el sector comercial", ha sido la disposición del nuevo horario para el toque de queda que inició al mediodía de este sábado y deberá acatarse también este domingo, como una de las medidas preventivas con que las autoridades persiguen disminuir el número de contagios por coronavirus.
La expresión es del presidente de la Asociación de Empresas del Centro Histórico de Santiago (Asecensa), José Octavio Reinoso, quien considera que las autoridades debieron endurecer las medidas para las personas que violen el toque de queda, "pero no aumentar las restricciones en cuanto al comercio que prácticamente no puede abrir ni sábados ni domingos y los días de semanas también, además, esto contribuye a aumentar las aglomeraciones en los comercios y supermercados por el poco horario de apertura que tienen los mismos".
Reinoso dijo que el sector ha sido duramente afectado por las medidas que disminuye las opciones que tiene la gente para poder adquirir productos diversos.
Restaurantes, bares y otros centros de diversión, también se inmovilizaron. La ciudad parece abandonada y los pocos que la transitan son vigilantes privados, deliveries y algún discapacitado.
La céntrica calle Del Sol, principal arteria comercial de Santiago, luce totalmente despejada al igual que las calles España, Duarte y San Luis, donde el comercio es muy activo para esta fecha, previo al Día de Reyes.
La festividad con la que se agasaja a la niñez cada 6 de enero, no ha empezado a notarse en las tiendas.
Aunque las estanterías ofrecen gran variedad de juguetes, equipos electrónicos u otros artefactos para el entretenimiento de los niños y niñas, las ventas, generalmente, merman para la fecha, debido a que las personas han comprado para la Navidad, indica el presidente de Asecensa.
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